No consigo recordar una época de mi vida en la que no me encantase escribir.
Cuando era pequeña, devoraba los libros de Enid Blyton. En algún momento lúcido, aquella peque Ro pensó “y si esta Enid puede escribir sus propias historias, ¿por qué yo no?"
(Ahora que lo pienso, esa frase ha sido el motor de muchas de las cosas que he hecho en lo que llevo de vida: ¿Por qué no? Si me llama la atención, ¿por qué yo no?).
Recuerdo doblar hojitas de papel a la mitad para crear mis propios libros, y escribir historias basándome en los universos que creaban mis escritoras y escritores favoritos. También dibujaba y pintaba en mis libros; no solo tenían que ser historias interesantes, ¡también tenían que ser bonitos!
A medida fui creciendo, me alejé de la “ficción” y lo que escribía empezó a convertirse más en una especie de diario personal. Porque todos sabemos que los adolescentes tienen unas vidas muy intensas y tienen mucho, mucho, que decir.
Justo después de terminar la universidad, en 2012, me abrí mi primer blog en Internet. Un blog que solo compartí con un selecto grupo de privilegiados (amigos). Porque todos sabemos que en esos primeros pasos hacia la madurez (“adultez”) tendemos a la timidez y a la inseguridad.
Esos escritos ya no iban acompañados de dibujos y pinturas. Pero, en su lugar, la Ro de por aquel entonces empezaba a disfrutar mucho de la fotografía, y le nacía combinar esas palabras que escribía con fotografías que ella misma sacaba. Porque, vamos a ver, la necesidad de que se vea bonito siempre está ahí.
Ahora que ya he entrado en la treintena, creo que va siendo hora de empezar a compartir esto abiertamente, porque eso es lo bonito y lo poderoso del ARTE. Siempre crece y mejora cuando se comparte.
Aquí, en este rinconcito, vas a encontrar un poco de todo.
Yo solía llamarlo “escribir en mi diario”, el famoso “journaling” que se dice ahora. Pero mi profe de voz lo llamó poesía hace no mucho y, oye, ma molao.
Tú puedes llamarlo como quieras.
Porque una vez lo has leído, ya deja de ser mío.
Ahora es tuyo.
Espero que leer este blog te haga tan feliz como me hace a mí escribirlo.
Ro.

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